Un alcoholímetro analiza el aliento midiendo la cantidad de alcohol presente en el aire exhalado. Posteriormente, esta medición sirve para calcular la concentración de alcohol en la sangre (CAS).

Algunos alimentos o bebidas pueden condicionar temporalmente las lecturas registradas. Antes de realizar la prueba de alcoholemia, se aconseja esperar 15 minutos después de comer o beber.

En una prueba de alcoholemia activa, el sujeto de la prueba utiliza una boquilla y sopla directamente en el dispositivo. Este método ofrece una medición precisa. 
En una prueba de alcoholemia pasiva, se analiza el aire que rodea a la persona que se somete a la prueba; se le puede pedir que sople directamente en el dispositivo o cerca de él, o en un embudo, y no se utiliza la boquilla. Esta prueba sirve para detectar la presencia de alcohol, pero no proporcionará una medición.

Los alcoholímetros modernos son muy precisos y pueden medir la concentración de alcohol en sangre con una exactitud de ± 0,01 % de la CAS, siempre y cuando estén bien calibrados y se utilicen correctamente.

Nuestro catálogo de productos se amplía para incluir diversas aplicaciones de software. Esto hace que se puedan seguir utilizando los datos que registran nuestros productos, como los alcoholímetros. Los cuerpos de policía y las empresas pueden elaborar los documentos necesarios para el proceso de prueba directamente en un smartphone, lo que reduce la carga de trabajo administrativo. También es posible ver y analizar los datos de forma centralizada.
La digitalización da paso a nuevas áreas de aplicación, como el seguimiento de los programas de rehabilitación o la documentación de pruebas periódicas de alcoholemia en el lugar de trabajo. Nuestras innovadoras aplicaciones favorecen la transformación digital, mejoran la experiencia de uso del producto y aportan verdadero valor añadido a los clientes.