El aire ambiente lleno de humo a menudo contiene aún suficiente oxígeno para respirar. Pero la respiración no es segura porque el humo es tóxico. Los diversos compuestos tóxicos presentes en el humo son monóxido de carbono, ácido cianhídrico, fosgeno, amoníaco, dióxido de azufre, ácido sulfhídrico, formaldehído y acrilonitrilos. Esta mezcla es altamente tóxica, y además está alimentada por los materiales sintéticos presentes en los muebles y en los materiales de construcción modernos. Una vez declarado el incendio, liberan sustancias altamente peligrosas que contaminan el aire. Cuando los residentes intentan encontrar la manera de salir, pueden inhalar esa mezcla tóxica. Es bien sabido que el monóxido de carbono resulta mortal, incluso en pequeñas cantidades. Cuando el PVC se quema, el ácido cianhídrico que se desprende puede tener efectos sumamente negativos también en la respiración celular.

Los síntomas de intoxicación por el humo dependen de los gases que inhala la víctima. Los trastornos no siempre aparecen inmediatamente. Los siguientes síntomas se consideran signos de intoxicación por humo: dolor de cabeza, náuseas, irritación de la garganta, vómitos, mareos, dificultad para tragar, confusión, dificultad para respirar, coloración azul de la piel, agitación, palpitaciones, convulsiones y pérdida del conocimiento. Algunos gases también pueden causar una sensación de ardor y dolor en las vías respiratorias. Si la intoxicación es muy grave, también puede producirse un paro respiratorio y un colapso circulatorio con consecuencias mortales.

Antes de entrar en el lugar del incendio, los servicios de bomberos deben tener preparado el equipo adecuado cuando comience la búsqueda de víctimas. En algunos países como Alemania, España o Países Bajos, los bomberos a menudo llevan dispositivos de evacuación de emergencia. En otros, la concienciación acerca del uso de una protección adecuada aumenta de forma lenta pero constante. Una de las consecuencias del incendio de Grenfell fue la adquisición de capuchas de evacuación para incendios por parte de la Brigada de Bomberos de Londres. Las capuchas filtran el humo del aire ambiente, lo que permite a los rescatados respirar de forma segura.

Como medida preventiva sensata, los edificios podrían estar equipados con dispositivos de evacuación para permitir un escape seguro siempre que suene la alarma de humo o fuego. En algunos países, esas medidas ya se han aplicado. En Corea del Sur, por ejemplo, para lograr una evacuación segura, los edificios públicos, hoteles y estaciones de metro están equipados con capuchas de evacuación para incendios.