El exclusivo algoritmo de software de Dräger Flame 3000 es capaz de distinguir condiciones de incendio verdaderas y otras fuentes radiantes que hacen que los detectores convencionales se vuelvan insensibles o generen alarmas no deseadas. El detector es inmune a fuentes comunes de falsas alarmas como trabajos de soldadura, emisiones calientes de CO₂ y destellos. Esto lo convierte en un gran aliado en las fábricas o plataformas petrolíferas.

Dräger Flame 3000 puede detectar incendios de n-heptano de 0,1 m² o más a una distancia de 60 m en un campo de visión horizontal de 120° y vertical de 80°. El campo de visión del detector tiene forma de prisma. Esto aporta una de las mayores coberturas y rangos de cualquier detector de llama actualmente disponibles.

Dräger Flame 3000 funciona de manera autónoma o puede conectarse a un sistema de control o a una central de incendios para emitir señales de alarma y de incendio. Esto se logra a través de una señal de 0 a 20 mA o salidas de relé. Según las condiciones ambientales, puede optar por una carcasa de acero inoxidable o de aluminio.

El simulador de llama Dräger FS-5000 prueba los detectores de llama Dräger a distancias de hasta 8 metros. El coste de mantenimiento se reduce por la menor necesidad de usar andamios o escaleras para acceder al detector.

El detector se instala fácilmente con un soporte de acero inoxidable. El soporte giratorio garantiza que el dispositivo siempre se dirija hacia las fuentes potenciales de incendio. Es fácil comprobar el estado del dispositivo gracias a los LED de tres colores.