El CH₄ es un potente gas de efecto invernadero que contribuye al cambio climático. Uno de los objetivos de la industria del petróleo/gas es reducir estas emisiones a la atmósfera.

En aplicaciones difíciles, como infraestructuras de tuberías complejas o zonas remotas, la tecnología de imágenes de nubes de gas puede aumentar la seguridad. Proporciona una supervisión ininterrumpida de la concentración de gas y los índices de emisión en zonas Ex en tiempo real. Los operarios pueden ver imágenes multicolor para diferentes niveles de concentración con tecnología de imagen térmica

El VHP (peróxido de hidrógeno vaporizado) se genera evaporando activamente una solución líquida de peróxido de hidrógeno. A continuación, el vapor se libera o se inyecta en un espacio confinado. Se necesita una alta concentración para crear un alto índice de descontaminación de microorganismos. El VHP está clasificado como sustancia peligrosa para los seres humanos con un valor límite definido para el lugar de trabajo. Los objetivos de seguridad son:

• Seguridad en el lugar de trabajo
• Detección de fugas
• Liberación para entrada y acceso seguros 
• Control de emisiones tras el filtro y el lavador

Este gas se encuentra en la producción de petróleo crudo, GNL o plantas de aguas residuales. Se utilizan principalmente sensores electroquímicos para detectar concentraciones de H2S en el rango de ppm. Es necesario un sistema fiable de detección de gases para proteger a los empleados en el emplazamiento, a menudo apoyado con una herramienta de campo de sensor vivo, que asiste al sensor iniciando automáticamente el procedimiento de prueba del sensor para confirmar su funcionalidad. Las pruebas del sensor se comunican a la unidad de control de seguridad para que el usuario esté siempre informado del estado del sistema.

En entornos en los que los niveles de oxígeno pueden fluctuar, existen dos riesgos importantes a tener en cuenta: la deficiencia y el enriquecimiento de oxígeno. Un detector de oxígeno supervisa continuamente los niveles de oxígeno y proporciona alertas oportunas para garantizar la seguridad de las personas en entornos con deficiencia de oxígeno. Por otro lado, el enriquecimiento de oxígeno plantea el riesgo de una mayor inflamabilidad y peligro de incendio. Las organizaciones también pueden detectar niveles excesivos de oxígeno y tomar medidas inmediatas para evitar incidentes de incendios empleando el mismo detector de oxígeno. Estos detectores son fundamentales para mantener un entorno de oxígeno seguro y equilibrado, protegiendo al personal de los riesgos de deficiencia y enriquecimiento de oxígeno.

Es un gas tóxico de olor fuertemente penetrante, incoloro e hidrosoluble que irrita los ojos y tiene un efecto asfixiante. Muy utilizado como medio refrigerante, como materia prima para la producción de fertilizantes o como portador de hidrógeno. Todas las industrias lo utilizan: Ampliamente utilizado en la industria farmacéutica, de alimentos y bebidas, química y en aplicaciones de tecnología limpia, como en los buques portadores de NH3. Normalmente, los requisitos de detección oscilan entre 20 y 300 ppm. En concentraciones explosivas entorno al 15 Vol-% se utiliza un detector catalítico para proteger el medio ambiente frente a las explosiones.

Uno de los gases tóxicos más comunes es el dióxido de carbono, presente en las industrias alimentaria y de bebidas o en los procesos de CCUS. En caso de fugas existe un alto riesgo de sufrir daños significativos al entrar en la nube de gas CO₂ debido a la falta de oxígeno. El riesgo puede reducirse, hoy en día los detectores de gas modernos pueden detectar de forma muy específica el CO₂, con tecnología de detección IR.