Soluciones de escape y rescate - Unos trabajadores ponen en marcha el plan de seguridad de emergencia con el equipo de Dräger Saver CF — Soluciones de escape y rescate
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La seguridad ante todo: mantenerse preparado para todas las emergencias

En cualquier momento puede surgir una situación crítica; por este motivo, es fundamental estar preparado ante una emergencia, disponiendo de un plan de escape o de refugio eficaz. Para hacer posible una reacción rápida y una respuesta eficaz ante la emergencia, los trabajadores deben estar entrenados para las situaciones de emergencia y siempre han de tener a mano el equipo de escape y rescate. Un requisito previo para esto es la gestión estructurada de la seguridad y las emergencias.

Cómo los rescatadores se convierten en víctimas

En 2017, solamente en Estados Unidos, 166 personas fallecieron mientras trabajaban en espacios confinados.¹ Este tipo de trabajo se caracteriza por entradas estrechas, mala ventilación, espacios limitados para moverse y con poca altura. Si los peligros no se identifican a tiempo, la probabilidad de que se produzcan accidentes aumenta. Cuando ocurren accidentes relacionados con la entrada a espacios confinados (EEC), a menudo se resuelven con víctimas mortales debido a las concentraciones de gases tóxicos, la falta de oxígeno, explosiones, elementos móviles, el colapso de una plataforma, la caída desde una escalera o algo similar.

Y es más: muy a menudo, los propios rescatadores se enfrentan a peligros. Las intervenciones de rescate pueden frustrarse debido a condiciones adversas, las mismas condiciones que ocasionaron el accidente original. La formación insuficiente de los rescatadores y las metodologías de rescate que no están probadas también pueden causar accidentes graves. Según la publicación EHS Today, dos tercios de las víctimas que fallecen en espacios confinados son en realidad rescatadores.²

¿Por qué fracasan los intentos de escape y rescate?

Los rescates en espacios confinados pueden ser infructuosos cuando no existen planes de rescate o estos son inapropiados. Esto da lugar al uso de equipos de seguridad inadecuados o al uso indebido de los dispositivos de rescate. Además, una formación de periodicidad intermitente, la falta de experiencia práctica o un conocimiento insuficiente del lugar pueden obstaculizar las iniciativas de rescate. También es posible que los puntos de acceso estén restringidos de tal manera que a los rescatadores les resulte difícil llegar a las víctimas, sobre todo cuando se necesitan equipos respiratorios pesados. Si no existen planes de emergencia y de contingencia, la coordinación de las acciones depende de decisiones improvisadas y acciones individuales.

Identificar los peligros, evaluar los riesgos y planificar estrategias de rescate

No se puede subestimar la importancia de evaluar los riesgos. Conservar una visión general de los incidentes es de vital importancia para ejecutar eficazmente los procedimientos de escape y rescate, y para dar una respuesta oportuna ante situaciones de emergencia. Por consiguiente, es necesario prepararse para valorar la importancia de los incidentes que se produzcan por medio de evaluaciones de riesgos de forma periódica, para que estén disponibles cuando se necesiten y se tenga una visión general pertinente de las amenazas.

Esta matriz presenta una evaluación del riesgo de que se produzca un incidente, basada en la clasificación del potencial de lesión con respecto a la probabilidad de incidencia.

Los riesgos resultantes se pueden reducir por medio de los mecanismos de prevención de la incidencia de daños y disminución de la gravedad del daño, a través de la correcta aplicación de medidas técnicas y organizativas y, por último, mediante el empleo de los equipos de protección personal pertinentes.

A partir de la información obtenida, también se pueden elaborar medidas de protección esenciales. Estas medidas de protección son igualmente importantes para tener en cuenta a la hora de poner en marcha un rescate. Como ocurre con la formación de los rescatadores y los planes de acción, estas medidas deben ser objeto de un desarrollo continuo. Las metodologías de rescate se deben probar y actualizar de forma adecuada y periódica. Los procesos estandarizados pueden ayudar a identificar los peligros y evaluar el riesgo: por ejemplo, un formulario estándar puede documentar sistemáticamente los posibles peligros y la probabilidad de que ocurran.

Evaluar los riesgos mediante una matriz

Enumere los riesgos, evalúelos y valore las probabilidades: utilice nuestro formulario de ejemplo para la evaluación de riesgos con el fin de vigilar de cerca los incidentes potencialmente peligrosos.

Descargar el formulario

Desarrollo de una metodología de rescate específica

La información obtenida de la evaluación de riesgos proporciona la base para la evaluación global de las condiciones de trabajo específicas in situ. Como norma general, cuando se trata de espacios confinados, este tipo de evaluación la lleva a cabo un equipo de varios expertos que incluye, entre otros: ingenieros de seguridad, supervisores de seguridad, analistas de gases y médicos de trabajo. En una metodología de rescate desarrollada sobre esta base siempre se contempla el peor de los casos; de este modo, todas las eventualidades se tienen en cuenta, describen y manejan de forma apropiada. Esto incluye lo siguiente:

la puesta en marcha de una cadena de salvamento, tanto interna (cuerpo de bomberos de la planta) como externa (cuerpo de bomberos oficial)
el suministro de equipos de rescate listo para usar
un punto predeterminado para el traspaso a la cadena de rescate externa

Para cada lugar de trabajo individual y para cada área identificada como espacio confinado, debe existir un plan de rescate correspondiente y muy específico.

Las cuatro partes de una metodología preventiva

Un plan de rescate a medida y detallado para un espacio confinado específico debe basarse siempre en el principio STOP jerárquico. Sigue una metodología preventiva en línea con el denominado «sistema de trabajo seguro».

S se refiere a la sustitución de los procesos de trabajo, con el objetivo de eliminar completamente los riesgos específicos. .

T se refiere a las medidas técnicas.

O se refiere a las medidas de organización.

P se refiere a las medidas personalizadas.

Las tres partes de una metodología de rescate

La metodología de rescate resultante del principio STOP debe seguir el principio TOP en situaciones de emergencia.

T se refiere a la disponibilidad de equipo técnicoadecuado, como un trípode con una polea o puntos fijos preequipados en los que se instalan cuerdas.

O se refiere a las medidas de organización como, por ejemplo, por ejemplo, la formación para operaciones de rescate en recipientes, silos y espacios confinados, así como el diseño de una cadena de rescate interna y externa sin puntos débiles.

P se refiere a las medidas personalizadas en lo que respecta al autorrescate. Se trata de un rescate relativamente fácil, también llamado «rescate básico».

A la persona que aprende estas medidas se le debe proporcionar información para que tenga un conocimiento adecuado sobre el tema «identificar y evaluar los peligros». Del mismo modo, se debe practicar la aplicación correcta de equipo de escape. Es más, los rescatadores externos también deben recibir formación sobre primeros auxilios y sobre el proceso correcto de la cadena de rescate.

«Un concepto inteligente, un equipamiento adecuado y una formación continua son necesarios para lograr un sistema de gestión de seguridad digno de confianza».

Stefan Dräger, presidente del consejo de administración

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La seguridad subterránea en la que puede confiar

Cuando se trabaja bajo tierra en espacios confinados, con independencia de las medidas de precaución que se tomen, nunca se puede descartar al 100 % que algo pueda salir mal. Los refugios de Dräger pueden ser su salvación en una situación de emergencia. Descubra cómo los diferentes tamaños y prestaciones le ayudan en su apuesta por la seguridad en el trabajo, incluso en las circunstancias más desfavorables.

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